Después de 7
años de esa gran oscura y espeluznante obra que se llamo 'Ordo
ad Chao' y tras el duro golpe que significo asimilar que
Blasphemer decidiera dar un paso al costado, MAYHEM esta de
regreso. Seguramente muchos de nosotros, hemos dudado del futuro
de la banda tras la partida de este integrante tan importante, y
aunque no considerado del clásico line-up como muchos aluden,
puso un sello lleno de talento en la era post - Euronymous. En
2011 se anunciaría que el guitarrista Teloch (NIDINGR) tomaría
uno de los lugares más complicados que puede haber en el black
metal, hacerse cargo de la guitarra en una de las bandas mas
emblemáticas del extremo metal. A Morten Bergeton Iversen (Teloch)
talento no le faltaba, y fue indudablemente alguien bien elegido
para el esperado regreso de MAYHEM. Es por esto que al saber de
esta noticia en su momento mis sensaciones sobre el futuro de
los Noruegos volvieron a ilusionarme. Habiendo escuchado el
trabajo realizado por Teloch en el “Sorrow Infinite and Darkness”
de NIDINGR, me dejaba tranquilo sobre su capacidad.
"Esoteric
Warfare” fue el titulo elegido para esta nueva entrega, y antes
de su salida la banda dio a conocer el single “Psywar”,
un buen tema como aperitivo del nuevo trabajo que pronto estaría
rodando en calles. Si bien era un buen track, nada de otro mundo
suponía con el. Por suerte no fue así. No seamos ingenuos
volviendo a tener ilusiones de escuchar una segunda parte de "De
Mysteriis Dom Sathanas", porque eso ya no volverá a pasar. La
brillantez de esta obra talvez fue el resultado de estar
puliendo una idea durante 4 años y que, desde su raíz primaria,
ya era muy buena. Blasphemer incluso ya había dejado compuesto
algunas cosas, y Teloch dio su gran aporte y visión gestando una
obra que lleva ADN del 'Ordo ad Chao' e incluso facetas del
Chimera. El disco suena Cristalino, frió como siempre, complejo,
con Attila que vuelve a abrir el abanico de las mil voces,
llenas de odio, sufrimiento, demostrando que es un individuo de
gran talento con las condiciones de crear las atmósferas mas
atormentadoras. El colchón de acordes disonantes de la guitarra
de Teloch muestra esos riff que se retuercen, que se muestran
irregulares todo el tiempo, enredados una y otra vez,
desorientando, confundiendo al son del metrónomo humando que
tiene esta banda, una batería de otra galaxia que varia de
manera permanente, que frena, que corta y que todo el tiempo es
impredecible en sus mil y un detalles de impecable técnica.
Talvez el bajo de Necrobutcher no tenga demasiada presencia pero
el siempre esta ahí. Destacar temas como "Watchers", que
da comienzo al disco, es reconocer al instante la marca del
sonido MAYHEM, un tema nocivo, de enferma expresión, lleno de
amplitud musical. “Trinity” por ejemplo, y talvez uno de
los mejores por todo lo que encierra en su contenido, comienza
con la frase que citara Julius Robert Oppenheimer,
"Ahora me he convertido en La Muerte,
Destructora de Mundos". Conocido como "el padre de la
bomba atómica" y artífice principal de misma lanzada en
Hiroshima. En el tema se escuchan sirenas, disparos de
ametralladoras de época, es como la banda sonora de toda esa
devastación sucedida en 1945. "Throne Of Time" me
recuerda a algún tema de la era de Blasphemer, incluso el
comienzo del "Grand Declaration Of War". Una muestra clara del
morboso y amplio trabajo vocal de Attila Csihar se puede
apreciar en 'Corpse of Care", una canción que junto a
"Posthuman" transitan por paisajes mas densos y que tienen
esos estallidos esporádicos de velocidad descontrolada.
“MILAB” es otro buen ejemplo de las variantes que puede dar
la creatividad de MAYHEM y me recuerda en algunas pinceladas a
“Illuminate Eliminate”.
MAYHEM siempre tendrá detractores, mas que cualquier otra banda,
pero es innegable que la calidad exuda en este “Esoteric
Warfare”, siempre indiferentes al resto, siempre superando
los limites, siempre reinventándose una y otra vez.
Fabio Z.
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